Hace tiempo que no publicaba nada sobre viajes para la luna de miel. Este es el segundo verano que visito Irlanda y no puedo evitar compartir con vosotros las maravillas de esta tierra y sus gentes.
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Parece una tontería pero llevar un zapato u otro puede ser la clave para que disfrutes a tope de tu día o estés lamentándote con un roce tamaño descomunal.
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Hace algún tiempo una novia me comentaba que le encantaría encontrar decoraciones para la carpa aparte de los clásicos banderines. Este verano pasé unos días en París, y en una pequeña callejuela me encontré con una tienda donde se vendían guirnaldas artesanales hechas por las monjas del convento.
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He pasado unos días en un paraje idílico de Asturias. Ya os podeís imaginar la tranquilidad, pero lo que de verdad me ha llamado la atención son la belleza de los jardines, así que como no podía ser menos esto me ha inspirado para escribir el blog de hoy.