NOVIAS DE NIEVE: BODAS DE INVIERNO

Así como hay novias amantes del calor y la playa, también hay novias que se identifican con lugares o épocas más frías. Cuando esto pasa, es común que los novios decidan que la boda se celebre en invierno; y es que el hecho de que sea una temporada fría no le quita calidez al evento, sino todo lo contrario, gracias a la proximidad de las fiestas Navideñas, de Año Nuevo, etc. Las familias comparten un sentimiento de mayor unión y felicidad.

Las bodas invernales tienen una belleza única, una sutil elegancia y un aire realmente místico.

Sin duda, lo mejor de tener una boda invernal es que podéis inspiraros en la naturaleza para las decoración. Por ejemplo, troncos secos para los centros de mesa.

Si tenéis duda de donde celebrar la fiesta, solo recordad que, para no pasar frío, debe de ser en un lugar cerrado: una terraza cubierta, para disfrutar del paisaje, o incluso en un granero, si queréis una boda rústica e invernal.
En cuanto a colores, podéis elegir el blanco como color principal, pero con unos detalles de color con algún otro tono que contraste como rojo, azul, dorado o un color que os guste.

En cuanto al vestido, tenéis a vuestro alcance una gran variedad de opciones, os recomiendo que elijáis un vestido con telas pesadas para que os proteja del  frío. Y, ¡aprovechad!, es el momento de lucir vestidos de manga larga, guantes y elegantes chaquetas, abrigos o capas al estilo de caperucita.

Para el pelo podéis usar alguna diadema con brillos, un broche, un tocado, incluso una diadema bobble. La idea es aprovechar el tema invernal y agregarlo a nuestro look.

En cuanto a los zapatos, en caso de que haya nieve, os recomendamos tener dos pares, los primeros preferentemente que sean unas botas, para que podáis caminar sobre la nieve, y el segundo par es para cuando ya os encontréis en el salón festejando.

Recordad, ¡novia precavida, vale por 2!